Los succionadores de clítoris se han convertido en uno de los juguetes más populares de los últimos años. Pero aunque parecen fáciles de usar, muchas personas cometen pequeños errores que impiden disfrutar al máximo de sus sensaciones únicas.
Hoy te contamos los fallos más comunes y cómo sacarles todo el partido.
Los errores más comunes al usar un succionador y cómo evitarlos
💧 1. No usar lubricante
Aunque muchos piensan que no hace falta, el lubricante es clave para potenciar las ondas de placer.
👉 Usa uno a base de agua, aplica una gotita alrededor del clítoris o en el borde del cabezal, y verás cómo la sensación es mucho más agradable y envolvente.
🎯 2. Colocar mal el cabezal
No se trata de meter el succionador ni de presionar fuerte.
El secreto está en colocar el cabezal justo encima del clítoris, sin taparlo del todo. Deja que el aire circule y el efecto de succión haga su magia. Si presionas demasiado, perderás la sensación de ondas.
⚡ 3. Empezar con la intensidad al máximo
Gran error 😅.
Los succionadores están pensados para ir subiendo poco a poco.
Empieza en el nivel más bajo y deja que el cuerpo se acostumbre. Si comienzas con potencia alta desde el principio, puedes saturar la zona y perder sensibilidad.
🧼 4. No limpiarlo correctamente
El cabezal suele estar en contacto directo con zonas sensibles.
Por eso, limpiarlo después de cada uso con agua tibia y un limpiador de juguetes es fundamental para mantenerlo higiénico y alargar su vida útil.
🕓 5. No darse tiempo
El succionador no siempre produce un orgasmo inmediato, y eso está bien.
Relájate, respira, y disfruta del proceso. Cuanto más tranquila estés, más intensas serán las sensaciones.
💞 Y si tienes pareja… ¡úsalo juntos!
El succionador no es solo un juguete individual: puede ser una herramienta perfecta para compartir placer. Puedes usarlo durante los juegos previos o incluso durante la penetración, manteniéndolo sobre el clítoris mientras tu pareja participa. Es una forma divertida y excitante de descubrir nuevas sensaciones y reforzar la conexión entre los dos.
Recuerda: cada cuerpo es diferente, lo importante es descubrir cómo disfrutarlo a tu manera.
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