Si tú y tu pareja ya habéis dado el paso de incorporar juguetes a vuestra intimidad… ¡enhorabuena! Eso significa que os atrevéis a explorar, comunicar y disfrutar sin tabúes. Pero… ¿y ahora qué? ¿Qué más se puede hacer? Hoy te damos ideas para llevar la pasión a un nuevo nivel y no caer en la rutina.
1. Explora nuevas zonas de placer
Si siempre usáis los mismos juguetes para lo mismo, es el momento de innovar. Hay zonas erógenas que quizás aún no habéis explorado con la ayuda de juguetes:
Estimuladores de pezones, plugs anales, o incluso vibradores de lengua para otras sensaciones.
Consejo: Jugad a descubrir el cuerpo del otro con los ojos cerrados y un juguete nuevo cada vez.
2. Prueba juegos de control y poder
¿Os atrevéis con el juego de roles? Puedes empezar por kits sencillos:
Esposas suaves, vendas para los ojos, plumas o látigos de iniciación. Que puedes encontrar aquí.
La clave está en la comunicación: establecer límites, palabras clave y respetar siempre al otro.
Esto no es solo “juego duro”, también es conexión, confianza y entrega total.
3. Apostad por la estimulación doble
Probad juguetes que puedan usar los dos al mismo tiempo:
Anillos vibradores, succionadores mientras hay penetración, vibradores para usar durante el acto…
Las sensaciones compartidas os pueden llevar a un nivel completamente nuevo de complicidad.
4. Jugad en la distancia (¡o en público sin que nadie lo sepa!)
¿Alguna vez habéis probado un juguete con control remoto por app?📱 Ideal para mantener la llama encendida cuando uno está fuera… o para una cena picante en pareja mientras nadie sospecha.
Es una forma divertida, excitante y secreta de mantener el deseo a flor de piel.
5. Renovad vuestra colección
Como todo, los juguetes también tienen su tiempo de vida y ¡las novedades no paran de salir!
Una buena idea es hacer una “caja de juguetes por sorpresa”, donde uno de los dos compra algo nuevo sin decirlo, y lo descubren juntos.
6. Ritual de conexión antes y después
No todo es el juguete. También es cómo se usa. Crear un ambiente especial, con velas, música, aceites, masajes… puede convertir la experiencia en algo íntimo, no solo físico.