Septiembre llega con mochilas, libros, uniformes y nuevas rutinas.
El famoso “vuelta al cole” no solo afecta a los peques… también puede pasar factura a la pareja. Entre horarios, deberes, actividades extraescolares y el cansancio acumulado, muchas veces el tiempo para la intimidad desaparece casi sin darnos cuenta.
Pero ojo: rutina no tiene por qué significar monotonía. Con pequeños gestos y algunos trucos, es posible mantener la chispa encendida aunque el calendario esté más apretado que nunca.
